cosas
de la nuria...
MI EVEREST
PARTICULAR
Todos tenemos algún Everest al que querríamos llegar,
pero quizas nunca nos hemos atrevido a alcanzarlo. Y si alguna vez llegas
ahí, esa ocasión queda grabada a fuego y oro en tu alma-cerebro.
Mi everest particular ahora es subterráneo y tiene 307 metros
de profundidad, se llama Leizeta 5 y está en el hermoso valle
de Lastur, en Euskadi.
He tenido la gran suerte y oportunidad de poder formar parte de una
exploración y llegar hasta la mayor profundidad a la que creo
que llegaré en mi vida. Mis 5 compañeros son gente súper
preparada, expeleos de los fuertes, para los que la parte descubierta
hasta ahora de Leizeta 5 no tiene un nivel difícil para lo que
suelen explorar, (su otra zona de trabajo, en Picos de Europa tiene
el vivac a 500 m. y están trabajando mucho más abajo).
Pero para mí ha sido muy muy fuerte, no por los pozos, sinó
por los pasos estrechos.
A mí me dejaron bajar solo mis cosas; ellos aparte de lo suyo
llevaban todo el material, hierros, cuerdas y un supertaladro y más
herramientas, aparte del hornillo con su bombonita y más cosas.
Pues a lo que iba… a la ida yo bajé y repté con
mi saca, que pesaba solo unos 7 kilos, (creo que las suyas unos 20 o
30, eran inhumanas), y conforme iba bajando por los pozos y pasando
por los pasos estrechos y deslizándome por las rampas de barro
iba pensando: a ver como será la vuelta. Pero bueno, enseguida
intentaba quitarme los miedos y no pensar en el futuro día siguiente.
Sé que en la espéleo siempre me sorprenden las fuerzas
ocultas que nunca te imaginas que te puedan salir. También sabía
que lo más importante es no hacerse daño, (aunque sea
poco). Entonces si que se lía la cosa.
Así, practicando la SLOW CAVING, o sea, haciendo todo despacio
y bien, con la ATENCIÓN CONSCIENTE en lo que estás haciendo,
cogía la confianza necesaria para dejar los miedos y para seguir
disfrutando de la magnífica Leizeta.
El pozo Maitane me subyugó. ¡¡¡QUÉ BONITO!!!
60 metros, un cilindro de enorme diámetro, (igual 15 m.) de roca
negra con trazos blancos. Las vetas blancas dibujaban signos zen por
las mojadas paredes que brillaban en puntitos de reflejos a la luz de
nuestros cascos. El pozo Maitane, hermoso como la bella amiga Maitane,
que regenta el albergue de Lastur y nos acoge como una joven hada maternal.
Cuando ibamos a salir nos dijo que a la vuelta nos habría preparado
una sopa de pescado. ¡¡¡ Y VAYA SOPA!!!
Bueno, pero dejaré la exquisita sopa de pescado para la salida
y sigo con mi crónica.
Me gusta escribir esto ahora, que acabo de llegar. (Primero hemos llegado
con el coche del Ignasi a Barna y luego con el mío he ido a Vilanova.
Estoy agotada pero no me llega el viejo Conciliasueños. La adrenalina
corre por mis venas como caballo desbocado, y como tengo los recuerdos
frescos, ahora de madrugada es el momento de escribir a retazos lo que
siento después de 30 horas seguidas en el mundo subterráneo.
Confieso: A la vuelta me ayudaron a llevar mis cosas, volví liberada
de la carga de mi saca; el Ignasi me aligeró de varias cosas
pesadas como la máquina de fotos, (que aunque pequeña,
pesa), la Eva, que es una maga del mundo subterráneo, aparte
de superwoman, simpática y nada, nada creída, metió
mi saco de 1 kilo en su gigantesco y pesado petate, y el Adrián
me llevó mi saca, aparte de la suya, o sea, que iba con dos,
(lo que es un coñazo considerable). Yo estaba algo avergonzada
de eso, pero así es la vida, a veces hay que dejarse ayudar y
dar las gracias. Eso sí, esta vez y no más. Este ha sido
mi everest en el que la bajada era subida y no voy a cargar a nadie
más con mis cosas por el hecho de ir a un sitio que me exceda.
Pero para mí ha sido demasiado poder ir con ellos hasta abajo
esta vez. Ahora en Navidades, que volvemos a Lastur, volvemos a entrar
pero yo me quedaré solo hasta donde pueda llegar sin saca. Como
hay faena de topografiar por las partes superiores…
Bueno, ha venido el sueño. BONA NIT. Au revoire
N.Z.
¡Ah! y esta
vez he dejado el estop y he llevado el dresler, que en un pozo largo
y con la cuerda mojada, me va mucho mejor, pues no tienes que ir
apretando la palanca tanto rato seguido, cosa que te deja la articulación
del dedo gordo agotada y casi inutilizada. Y he descubierto también
que el pantín
aunque haya mucho barro sigue funcionando muy bién.
Nota.
Leizeta 5 está en fase de exploración, así que
esto de los 307 metros no es exacto pues de momento ese dia en que bajé
yo hasta el vivac, que es lo que se encuentra a 307 m, ya encontraron
un nuevo pozo de unos 60 m, y seguro que sigue y sigue en infinidad
de pozos y galerías que aún no han sido descubiertas.
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