El Holandés Errante de Calafell

ISLA DE TAPANA, TONGA
BAR RESTAURANTE LA PAELLA


Tapana es una islita de unos 300 m. de diámetro donde viven la María, el Eduardo, que tienen el legendario bar La Paella, un punto de encuentro de muchos navegantes que pasan por esos mares. El Williami, que es el ahijado de María y Eduardo (aunque es mucho mas grande que ellos) es el tercer habitante de Tapana.


La bahía de Tapana

 


Detras de estos arboles esta La Paella

 


Eduardo, María y Humberto actuando
Foto de la web de los amigos del Saliara


Shaddai (del Saliara) y Julia (del Mali-Mali),
dos pequeños navegantes, (ahora ya son bastante mas mayores)



Humberto con Shaddai



En el interior del Bar La Paella, punto de encuentro de muchos navegantes

 


Recibida el 13 de Octubre del 2006

Hola Nuria, son las 5 y media de la mañana, ya de pleno día, ya fondeado con el h.e., y muchas cosas que contar.
Bueno ya he hecho el ultimo gran salto por el momento, estoy en Tonga, delante de Tápana, no me lo puedo creer casi, por fin he llegado, y con casi 2 meses de antelación.
Salí el día 4 de octubre de Savu Savu, de la isla de Vanua Levu. La situación allá fuera al mar, estaba muy confusa. Según los “sabios” que te pasan el tiempo, (los llaman weathergurus), iban a dominar vientos flojos y variados. Así una inesperada interrupción de los Alisos, y decidí aprovecharla, sobre todo porque esta el motor para poder avanzar a pesar de vientos y olas contrarias (si son razonables, no a la bestia).
Pues Salí a las 6 de la tarde de allá, te llamé, pero no había cobertura y en casa decía que estaba ocupado todo el rato, así te mandé esta pequeña postal, para que supieras de la salida).
Pues toda la tarde y hasta la noche a motor y un poquitín de viento, casi encontré, ciñendo a tope, la mar como un espejo, y así pasé entre varias islas del grupo Lau, para salir la noche siguiente por fin hacia fuera de la barrera de arrecifes que proteja el “Mar de Koro”.
Hay “pasos” marcados por las cartas para salir, pero ahora se ve el h.e. moviéndose por la pantalla del ordenador sobre las mapas del programa de navegación. Esta el ordenador conectado con el g.p.s. Cuando estaba en el hospital mi amigo Paulus me lo ha montado todo, y va genial en la práctica. Es una maravilla, hay a veces unos errores en la carta, porque muchas están basadas en mapas del siglo pasado, pero con la ayuda también del radar, se ve el dibujito de la situación por la pantalla, y bueno, hay que saber interpretar todo, y rezar un poquitin de vez en cuando, y así salí de las “Lau.

La segunda noche, ya al océano abierto, a las 2 y media se lleno el cielo (con la luna llena) con nubes muy negras y grandes, cayeron chubascos, bueno, hasta la noche siguiente la pasé p.t.s, nada de vientos flojos, tormenta, pero tampoco de los fuertes fuertes, pero como el mar con sus corrientes y olas te hacían subir y bajar estilo” sacacorchos”, me quedé bien mareado y nada se podía (ni ganas por eso) preparar pa comer.
Bueno, como se dice; no hay mal que dure eternamente, el día 3 de navegación salí de la zona de bajas presiones (el barómetro bajo casi como cuando se aproxima un huracán), para tener otra sorpresa, te lo explico.
Los Alisios duran hasta finales de noviembre, hasta entonces no se puede hacer navegaciones hacia el oeste.
El h.e. salió, porque había esta inesperada y “garantizada” oportunidad de vientos flojos y variados que según esos “gurus expertos” iba a durar más que una semana. Pero el tercer día de navegación ya se veían las nubecitas de Alisios como normal en esta época. El viento ya subiendo en fuerza aun venía del sur, pero tenía toda la pinta de girarse más hacia el sur-oeste, y yo tenía que irme hacia allá. Suerte que igual que cuando venía navegando de la Nueva Caledonia hacia Fiji, no había navegado en línea recta hacia mi objetivo, si no que había hecho un rumbo sur, igual como ahora.
Así haces en un principio bastantes más millas (en el viaje Caledonia-Fiji, en vez de las 700 millas, que es la distancia en línea recta, hice unas 1000 millas, haciendo primero sur en vez de oeste directamente.) Pero si te sale bien, no te tocará hacer bordos, porque haciendo bordos se te podría multiplicar por varios veces la distancia que navegar.
Había navegado otra vez mas en curva, y bien me volvió a salir, cuando los vientos (unos 20 nudos ahora), se iban girando poco a poco hacia el oeste, pues, el h.e. iba a ser su curva con ellos y sin tener que hacer ningún bordo, con solo unos 80 millas de más, conseguí llegar a Vava’u.
Pero habían pasado mas cosas.
En Tonga, justo por hacia donde me dirigía ha habido mucha actividad volcánica.
(Anoche me contó el Eduardo que estaba buceando con el arpón cuando la semana pasada había otro terremoto subterráneo, y se le paro casi su corazón, porque por el ruido allí bajo agua, primero pensaba que iba a salir un monstruo, y se le veía que hablaba en serio).
Las aguas de Fiji y por la travesía a Tonga, estaban cubiertas a ratos por “tapetes” gigantes de piedras volcánicas flotantes, (que se llaman pomus o algo por el estilo), muchos pequeños como una canica, pero también de 2 puños de grande, ya lo veras por las fotos que hice.
Las profundidades que marcaban los mapas electrónicos tampoco coincidían con la realidad. A ratos por ejemplo, donde tenían que haber entre 1000 y 2000 metros, de repente la sonda daba, como 8 metros solo, y así bastantes veces se sonaba la alarma.
No se puede hacer nada, solo se notaban corrientes muy confusas y fuertes a veces, y cada 2 por 3 la alarma de la sonda, que se te erizan los pelos de susto cada vez. Así paré el trasto y a rezar pa que salíera bien una vez mas. Vaya, tan cerca y tanto peligro. Además la cosa iba a ir justita, los vientos subían, las olas también y si girara mas de prisa, no podía mantener mi rumbo hacia las montañas aun alejadas (y tan deseadas) de Vava’u.
Tan cansado estaba que no tenia ninguna ilusión de hacer bordos largos y menos con este rollo volcánico.
Cuando estaba descansando un rato en la cama, me desperté por un pudor muy podrido. Miré por la sentina, pero no salía de allí. Me asomé fuera y estaba saliendo un humo feo amarillento de debajo de las olas, que daba nauseas y dolor de cabeza.
Metí caña al motor pa salir de allá, era una situación como de peli de Hitchcock o algo así, la brújula dando vueltas muy deprisa, daba miedo.
El radar lo tenia en marcha día y noche, así, cuando quiero descansar, tengo la alarma de aviso programada a una distancia de 6 millas (unos 11 kilómetros).
Sabia que solo tenia que haber una isla alta, rocosa y deshabitada “Late”, entre el h.e. y las últimas 40 millas hacia su nuestro destino. De repente sonó la alarma, me asomé pa ver si había algún barco, pero me quedé como atontado cuando vi a 6 millas una isla con 3 picos, uno de unos 100 metros al menos de altura.
Solo tenia que estar la isla de “Late”, eso ya lo sabia, porque hace 3 años estuve navegando 2 veces por esta zona.
Se veía salvaje pero bonito, por la bruma amarilla y la distancia no he podido sacar fotos y solo tenia ganas de salir de allí antes de acabar de golpe también con el h.e. por la cima de otra isla nueva emerergiéndo de las aguas de Tonga.
Bueno, he llegado bien y más que feliz, a las aguas protegidas de Vava’u cantando y todo de alegría, sacando fotos de todas las islitas, todo aun más bonito que la tenia en la memoria, y encima me dieron con sus volteretas y saltos la bienvenida 3 ballenas, una bebé, nada mas entrar por el grupo.
He hecho un record, en menos de 4 días al las 2 de mediodía fondeé delante de Tapana, 500 millas hechas, fuera de la época de travesías, hacia el oeste.
Con mucha ilusión, vaya. Y allí, desde arriba donde esta la “Paella”, cuando desde allá se podía ver entrar el h.e. se escuchaba los gritos de sorpresa y (no me esperaban hasta finales de noviembre) alegría de la Maria, (HUMBERTITOOO, YA HA LLEGAAADO, HA LLEGADO HUMBERTITOOO). Por la orilla debajo las rocas que dan pared a este lado de la isla venia del otro lado de la isla el Wiliamy, cantando y riendo como siempre y saludando y también venia el Eduardo desde su sitio favorito, donde están sus adoradas gallinas.Vaya felicidad sentimos todos (4 ahora conmigo) de la isla de Tapana. La Maria salía con su dingy y con el h.e. aun en marcha nos dimos abrazos y besos, oh, genial la llegada. Se me cayó de golpe toda la tensión y el cansancio, ya estaba donde quería…

Wilyamy con Humberto y Torito, el perrito de la isla de Tapana

Wilyamy con uno de sus bonitos cuadros que realiza con tapa, un tejido, entre papel y tela que se hace machacando unas hojas

Una presentación fotos desde Tapana, ¡¡¡SUPER CHULAS!!!que me acaba de mandar Humberto (hoy 28 de Enero 2009)
Vale la pena descargar esta presentación, formato pps, (3,69 MB) Tonga2006

Web del Bar la Paella de Tapana

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