Vilanova, 1990 (creo)

Me llaman de usted los niños
los chicos me llaman señora
y todo esto es consecuencia
del tiempo que no perdona.

Yo no puedo detener
el rápido pasar de los años
pero no me digas de usted
eso a mi me hace daño.

Fuí una niña feliz
y una jovencita impetuosa
a los trenta me perdí
volando en un abismo rosa.

esa llave de saltar
el tiempo me la regaló
la busqué cuando era niña
la encontré ya de mayor.

Volverán
las palabras perdidas
en el velo de los años.

Isis
descorrerá
las cortinas del trasmundo

escaleras
de colores
suben al cielo

la música
rota por el desencanto
estallará
en mil bombas de colores.

Vilanova, sábado, 07 de julio de 2001

Hola, buenos días
ya estoy en casita,
el mar al frente de mis ojos
los deberes cumplidos.

Tengo por delante
una larga mañana
nada que trabajar
mucho por disfrutar.

Para Inma, mi querida Hada Cuentacuentos en un bonito día de octubre 2013.

dos amigas

Había una vez dos amigas a distancia que no se conocían personalmente pero con el tiempo se habían hecho muy amigas. Se escribían y a veces hablaban por teléfono (benditas tarifas planas). Una era Cuenta cuentos entre otras cosas, y la otra Contadora-Protectora de murciélagos, entre otras cosas.

Cuando se llamaban por teléfono tenían tantas cosas que contarse que si no hubieran existido las tarifas planas se hubieran arruinado. Cuando ya casi iban a colgar, la conversación renacía y se volvían a enrollar. Ambas tenían muchas cosas bonitas en la cabeza para contar a la otra, pues sus actividades las llenaban de satisfacción y alegría. Casi siempre hablaban de libros infantiles, algunos de ediciones raras y difíciles de encontrar, pero también hablaban de cuentos de transmisión oral, espeleología, milagros, vías ferratas y puentes tibetanos.

Las dos estaban cargadas de energías positivas y cuando se comunicaban se las iban transmitiendo mutuamente. Esta amistad las hacía muy felices, y se notaba que iba a durar para siempre. Estas son las cosas bonitas de la vida.

Vilanova, 16 de marzo de 2012
Un bonito viernes de marzo a mis 62 años.

Hola, aquí estoy yo, preparándome la mochila para una salida de espeleo a una de las cuevas más bonitas del sur de Francia, La Chambre.
Hace meses que me preparo para ponerme fuerte, pues aunque no es vertical, estaremos 12 horas dentro, y una cueva nunca es una paseada por las ramblas.
Casi siempre hay montañas de pedruscos y bloques de roca, que hay que subir y bajar, a veces ríos que recorrer aguas arriba o aguas abajo, a veces grietas donde con el vacío a tus pies pasas en “ramonage”, o sea, apoyado solo con la espalda y los pies adelantando centímetro a centímetro, a veces el paso va de piedra en piedra, bastante distantes, al menos para una medio bajita como yo.

Todo esto si me lo proponen de golpe hace 30 años, antes de meterme en la espéleo, hubiera sido incapaz de hacerlo. Pero poco a poco, me he ido entrenando para superar cosas que de entrada hubiera visto casi imposibles.
Pero con buenos y experimentados compañeros amigos al lado, que muchas veces te indican dónde y cómo poner el pié, (bueno, la bota), nunca me he quedado en el camino.

Y luego, siempre experimento una sensación tan, tan bonita de haberme superado, que casi no se puede explicar, una emoción de vida a tope, que me llena de alegría y me da fuerzas para andar alegre en mi solitaria vida de mujer veterana, que ha perdido su familia y antiguos amigos en el camino, pero a la que por suerte, aún le queda mucha alegría de vivir y una vida plena y cultivada por el esfuerzo (que ya, por suerte, he asumido como una manera de vivir y de ser).
Eso de la fuerza de voluntad, que cuando era pequeña oía siempre a los mayores que me rodeaban y me costaba tanto, al final ha sidouna buena inversión para poder vivir una vida feliz.
Bueno, voy a seguir haciendo mi mochila. Un abrazo para todos los que lean estas páginas,
Nuria

Vilanova, 16 de març de 2012
Un bonic divendres de març als meus 62 anys.

Hola, aquí estic jo, preparant-me la motxilla per a una sortida d'espeleo a una de les coves més maques del sud de França, La Chambre.
Fa mesos que em preparo per posar-me forta, doncs encara que no és vertical, estarem 12 hores dins, i una cova mai és una passejada per les rambles.
Gairebé sempre hi ha muntanyes de pedres i blocs de roca, que cal pujar i baixar, de vegades rius que travessar, de vegades esquerdes on amb el buit als teus peus passes en “ramonage”, o sigui, recolzat solament amb l'esquena i els peus avançant centímetre a centímetre, de vegades el pas va de pedra en pedra, bastant distants, almenys per a una mitja baixeta com jo.

Tot això si m'ho proposen de cop fa 30 anys, abans de ficar-me a la espèleo, hagués estat incapaç de fer-ho. Però a poc a poc, m'he anat entrenant per superar coses que d'entrada hagués vist gairebé impossibles.
Però amb bons i experimentats companys amics al costat, que moltes vegades t'indiquen on i com posar el peu, (bé, la bota), mai m'he quedat en el camí.

I després, sempre experimento una sensació tan, tan guapa d'haver-me superat, que gairebé no es pot explicar, una emoció de vida tan plena, que m'omple d'alegria i em dóna forces per caminar contenta en la meva solitària vida de dona veterana, que ha perdut la seva família i antics amics en el camí, però a la qual per sort, encara li queda molta alegria de viure i una vida plena i cultivada per l'esforç (que ja, per sort, he assumit com una manera de ser).
Això de la força de voluntat, que quan era petita sentia sempre als majors que m'envoltaven i em costava tant, al final és una bona inversió per poder viure una vida feliç.
Bé, vaig a seguir fent la meva motxilla. Una abraçada per tots els que llegeixin aquestes pàgines,
Nuria

un año antes... hacia el 2006.

Para superar la muerte de Dani, escondí mi pena en lo mas profundo. La gente me decía que fuerte eres, yo creo que era solo una superviviente.

En un restaurante chino....

Hoy casi he llorado
Hoy me he dado cuenta de que aún soy humana
Me nombraron a mi hijo
Y yo noté la herida en el alma
Como una marea de lava negra espesa y burbujeante
Que como en un volcan sin explotar
Se removía en mis entrañas.

Canto a lo raro y a lo diferente

En el lado muerto de una esquina

Con tu barco vas pasando

Esos versos atrasados

Rios de oro tiemblan en tu palacio incierto

LUNA

En Barcelona, arriba del monte Carmelo, Diciembre 2008

La noche que Luna se fué.
Lunita, nunca te olvidaré.
Fuiste la mejor perra del mundo, especialista en salvar a personas en el mar sin que nadie te lo hubiera enseñado.
Amiga de los niños, tanto que mas de un niño se había echado una siesta apoyado en tu barriga.

Las cenizas de la Luna estuvieron en esta caja de madera hasta que las fuí a lanzar al viento en la misma montaña donde lancé las cenizas de mi hijo Dani, una montaña sagrada en el corazón de Catalunya justo enfrente de otra montaña muy especial y bella en donde habían volado al viento las cenizas de Alicia y mas tarde de su padre Mario.