El Holandés Errante de Calafell
Nuria
El Holandés Errante, para mi, el mejor barco del mundo. Es antiguo, pequeño y bueno. Dicen que antes hacían los materiales más sólidos, la fibra del casco más gruesa y la quilla larga, que según la gente de mar es la mejor. Es pequeño, si: de 27 pies, 8 metros y 30 cm. A la medida de un ser humano, justo para ir ligero de equipaje pero con lo principal y necesario. Un buen ancla, una buena radio, un buen gps, buena música, balsa y baliza de salvamento, un dingui con su motor auxiliar... y un capitán que sabe navegar.
islas de Cabo Verde |
Julio
del 2009
Hola,
amigos, hola, Humberto, ¿cómo lo lleváis? Soy
Nuria, que tuvo la inmensa suerte de ser tripulante del Holandés
Errante en las travesías del Atlántico y el Pacífico,
y ahora, desde mi pequeña ciudad de Vilanova i la Gelrtú,
(cerca de Barcelona) voy elaborando esta página. Espero, cuando se
me ponga demasiada cara de pantalla, poder volver a surcar otros mares con
"mi barco" (lo considero un poco mío). Un barco que con
sus 8,30 metros ya ha aguantado unas cuantas tormentas y colas de huracán,
un barco fantástico ante el cual me quito el sombrero...
También
quiero, desde aquí enviar un enorme y cálido abrazo a los
amigos navegantes que conocí en estos meses maravillosos que pasé
en El Holandés errante, al Erwin del Saliara, y a su esposa y su
hijito a quienes aún no he podido conocer, Al Mitjans, compañero
en la distancia que nunca olvidaré aunque no nos escribamos, pues
en tierra no hay tanto que contar, y al Ricard, la Isabel y su hijo Riki,
del Gypsela, al Magi del Zazen y a los dos "papás" de los
océanos, Rafael del Castillo que desde Canarias con su radio guía
y aconseja a los barcos de habla castellana en su travesía del Atlántico
y al encantador Gunter que desde el mirador al Pacífico de su casa
en la isla Contadora, de Panamá guía a los navegantes que
hablan alemán en su larga travesía hacia la Polinesia.
...
y han pasado los años y yo sigo en Vilanova y mi amigo Humberto sigue
navegando, o anclado en alguna bahia maravillosa de alguna isla lejana.
Muchas veces voy a mirar el correo y me encuentro un email suyo que me deja
acompañarle a bucear por los arrecifes. Hace 2 meses me contó
que en la playa de una isla desierta había estado horas mirando saltar
a dos ballenas inmensas y esa escena se me quedó tán grabada
que me parece que me haya pasado a mí, y a veces incluso me parece
que he estado también yo allí...
...
y han vuelto a pasar los años, ahora es la madrugada del uno de enero
del 2006, o sea, que esta era la nochevieja...
. .. y volvieron a pasar los meses, el Humberto vino a Calafell y estuvo
por aqui 9 meses, se volvió para Nueva Caledonia y ahora está
de nuevo navegando después de arreglar el motor del barco. Ahora
no hay noticias pero cuando llegue a un sitio con internet ya escribirá...
Ha pasado otro año y es 2007. El Humberto esta en Filipinas siguiendo
su vida y aompañado como siempre por esa buena suerte que le acompaña,
y esa alegría de la que sigue llevando buenas provisiones. Yo sigo
en tierra, con mi perrita Luna, que esta muy bien, pero muy mayor, y a la
que no pienso dejar sola . Y tambien sigo viendo la vida muy bella, y sintiendo
a diario el regalo de cada día.
Y... ¡han vuelto a pasar página las hojas del calendario!, estamos en el 2008, El Humberto esta por Tailandia, Indonesia y Malasia. Por aqui todo bien y por allá también. Hasta la vista. Espero que los que veais esta página os lo paséis tan bien como yo al montarla. Buenos vientos para todos.
Y
sigue el calendario su trabajo, estamos a Julio del 2009, el Humberto esta
haciendo la travesía desde Cerdeña a Menorca, rumbo a Calafell.
... Y sigue y sigue la rueda del molino del tiempo. Esta vez ha dado muchas
vueltas: estamos a Noviembre del 2013. El Humberto fue volvio, se volvio
ir y está otra vez en su querida islita de Tapana (reino de Tonga, Pacífico
Sur). Bueno, ahora exactamente está en medio del Pacífico, pues está llevando
un barco que se llama "Duende" de Tonga a Nueva Zelanda y luego se vuelve
para Tapana.
Y yo sigo viviendo en mi querida Vilanova, bajo muchas cuevas y paso vías
ferratas y puentes tibetanos. Tampoco me da tiempo para aburrirme para
nada. Somos felices.
En Barcelona,
con el dragón del parque Guell
Un buen chaparrón,
llegando a isla del Coco, (Costa Rica), Pacífico. |
Nueve
años mas tarde, Port de Coma-Ruga, 2009 |
En
casa del hombre feliz, Cala Bernardo, isla de Pedro
Gonzalez, en la costa Pacífica de Panamá |