Comparando las islas A.B.C. con las maravillas que habia visto hasta entonces, se puede resumir que para mi era demasiado civilizado y tardé poco en marcharme, aproveché para renovar mi pasaporte, ya que era un especie de colonia de Holanda. Sali de Spaanse Water con otro barco hasta la otra punta de la isla, así se reducia la singuiente travesia a 55 millas.
Al apartarnos de la capital cambió la isla, salvaje primitiva y bonita, sin hoteles y con buena gente, aunque pobres. Con mucho viento salí al cabo de unos dias desde la bahia de Santa Marta durante la noche hacia la isla de Aruba. Ya comenzaba el pricipio de una mar que cada vez iba a ser más salvaje. Fué otra travesia de unas 55 millas, pero para recordar. Olas viniendo de varios sitios y cantidad de corriente que tenia que pasar entre la tierra firme y la isla. Hice una escala muy breve, vi poco más que una capital "americanizada" y destinada al turismo de mucha "pasta".
Tampoco quería pasar por aduanas, pero el responsable del pantalán decía que no me quedaba otro remedio, así que pasé por allí, hice el papeleo, y volví al barco para esperar los de imigración, que no venían. Así salí otra vez con bastante viento a la madrugada (a las 4), cuando soplaba un poquito menos, hacia las islas de los Monjes del sur, ( son 5 islas en total, solo una es habitada) en el centro de la bahia de Venezuela.
También unas 60 millas,y con olas bastante grandes, pero con menos contracorrientes que hasta ahora. Son dos mini-islotes que  han unido por un dique de unos 100 metros. Estas amarrado a una cuerda que va paralela al dique , pero el viento que sopla desde el otro lado es fuertísimo. Eramos 3 barcos alli amarrados. Un americano,el Fancee-Free, un inglés de la isla de Guernsey, el Destiny, y el H.E. Cuando pregunté al comandante de la isla que venia nadando hacia el barco con una bolsa estanque con los papeles, (en bañador y con aletas y gafas), si la cuerda era de fiar, me dijo que había algunos  barcos más amarrados a la cuerda, pero cuando despues me pidió una colaboración de 5$ para renovar la cuerda, decidí  irme a nado hacia las rocas para atar de mas a mas, mi propia cuerda.
Los otros navegantes habian venido con sus grandes veleros remontando desde Panamá y estaban perdiendo las alegrias de navegar. Habían sufrido mucho por el hecho de navegar contra corrientes y vientos, tuvieron un promedio de menos de 2 nudos por hora. Se habían dejado engañar por un escrito que explicaba que era posible el viaje inverso. Yo viajé con la misma guía, y a pesar de ir con "todo en mi favor" resultó durisimo. Desde los Monjes donde lo pasé bien charlando con los pocos vigilantes venezolanos que tenian que defender esta último trocito de su tierra, salí al cabo de unos dias hacia Colombia. El dia antes de mi partida llegaron 6 pescadores completamente destrozados a la isla, en un bote de fibra medio destrozado, el fuerte viento de los últimos dias habia hecho naufragar su gran barco de pesca, y se perdieron la mitad (6) de sus tripulantes. Ya llevaban 3 dias a la derriba. Fué muy duro vivir estos momentos. Pronto los vino a buscar una lancha del ejercito y la misma noche partí yo, a pesar del viento. Es que me decían que casi siempre soplaba así de fuerte cerca de la isla. Pues lejos de la isla lo mismo. En el fondo de la bahia de Venezuela está el mar de Maracaibo y la combinacion de corriente, olas que chocan contra la tierra y el vientazo, crean una situación de navegación para no querer volver nunca jamás por allí.
Cuando ya era de dia, llegué por fín al cabo de Gallinas y tuve como postre unas 20 millas de navegación en una mar como una sopa loca, pero por fin llegué al abrigo de la tierra, una navegación más tranquila  hasta Cabo de Vela. Había hecho 145 millas en un tirón y estaba un poco "tocado". Fondeé en un cabo con muchísimo viento, y se me acercaron los primeros colombianos, 2 pescadores. Intercambiamos cerveza venezolana por peces, y eran muy simpaticos. Les pregunté como iba a ser el tiempo el dia singuiente, me dijeron pues que iba a haber "brisa". Yo a dormir, y por la mañana salí con una "brisa "Colombiana. El tramo que me tocaba ahora era atravesar una bahía de unas 120 millas de largo y sin ninguna posibilidad de fondear, y a unos 20 millas de la costa. Lo que quiere decir "brisas" por aquí es un vientazo para recordar, ahora lo se. Pues no falla, a patir (sufrir) otra vez. A media tarde del dia singuiente después de mas de 30 horas y a punto de haber sido atropellado por un cargero que no hacía caso de mis llamamentos por la v.h.s. llegué por fin a un sitio que se llama 5 bahías.
Fondeé en la última, bahía de la Concha, la más bella bahía que habia visto en todo el viaje, unas 2 millas entrando entre montañas verdes, en el fondo se veia la nieve de las montañas de la Sierra Nevada (también por aquí) y sin nada de olas. Por primera vez desde que salí de Casablanca en noviembre del 2000, volví a pisar tierra firme, hasta ahora incluyendo el tramo Holanda-Calafell, habia estado por 62 islas. Allí en la playa habia una cabaña de un viejo militar retirado, que me contó historias de sus batallas contra la guerilla, y se bajó los pantalones para enseñar los 2 sitios por donde le atravesaron 2 balas. Muy orgulloso con sus heridas. Me ofreció un "tintillo", decía yo que si, y volvio de su cabaña con un café, le expliqué que en España quiere decir otra cosa y como tengo alergia al café se lo bebía el. Otro dia más,y ya en camino. Esta vez pasando entre la tierra firme y la isla de Aguja con gran olas y rocas hacia Santa Marta (otra Santa Marta).
Los pescadores me habían asegurado de que era posible pasar por allí, y evitabas dar toda la vuelta a la isla, pero una vez en el embudo y viendo que ya solo podia tirar hacia delante con olas y corrientes empujándome hacia el pequeño "paso navegable". puse el celebro al cero"....... y pase a mucha velocidad, pero bien, a 40 pies de aqua en su parte mas profunda. Bien abrigada ahora por las montañas, fué una navegacion de solo unos 17 millas esta dia. Pasé por Santa Marta, pero no paré hasta el proximo pueblo, Rodadero, muy famoso sitio de playa donde íi navegar en una vieja barca de pesca al cantante Carlos Vives, que fondeó a mi lado. Estaba de vacaciones en su pueblo de verano. Me quedé 2 dias por alli y aproveché para ir con autocar a visitar la ciudad de Santa Marta, autentica, sin turismo y guiado por Salvador, un "niño de la calle", que me llevó hasta un barrio muy apartado del centro donde nadie de Europa se atrevería a ir, y me presentó a su abuela y una tia suya que buscaba marido. Cuando no me escuchaba la familia le decia: pero niño,¿me queres hundir el barco? (era gordisima) Conseguí salir de alli lo mas diplomaticamente posible y a salvo, y pasamos por un inmenso mercado. Parece que por aquí todo el mundo tiene algo que vender. Salvador,que tiene 12 años y lleva ya 3 por la calle desde que salió de casa, me regateó por 11 dolares (22000 pesos) una bonita hamaca que tengo ahora colgada entre el palo y el estay de delante. Es super-agradable dejarte balancear con mar liso y poco viento mientras el piloto automatico lleva el barco. A la vuelta al fondeo se me presentaron los de imigracion con un inspector. Me querían cobrar 1000$ por haber entrado ya en el país. Yo les dije que había estado por alli por fuerza mayor, por el mal tiempo (me habia tocado la cola de un huracan que pasó por Venezuela) y quería averiguar por internet como se iba a desarollar el tiempo,y que ya tenia agente en Cartagena de Indias. El problema hubiese sido tener que pagar otra vez en Cartagena. Al final me dijeron que si no pagaba tenía que salir inmediatamente (amables pero firmes en su decision). Cuando les dije que había aviso de tormenta tropical, me contestaron que solo esperaban "brisas". Les conteste: pues os invito a que vengais conmigo para conocer de cerca "estas brisas colombianas". Se rieron un poco, pero a mí no me quedó otro remedio de salir (ya eran las 7 de la tarde).
Cuando más me alejaba de la tierra,mas fuerte soplaba y más subían las olas. Aún tenía que pasar por la desembocadura del rio Magdalena, conocido por los colombianos como "cementerio de barcos". Sobre las 2 de la madrugada después de mucho sufrimiento ya, porque la tormenta no paraba de aumentar en fuerza y cuando me acercaba a la desembocadura del rio, me tumbaron varios veces las olas que a veces venian de sorpresa desde el lado de estribor del barco (el río lo tenia al babor). A pesar de tener la cabina cerrada por la mitad me entró mucha aqua desde la bañera. Luego la saqué, por el momento era una verdadera lucha para sobrevivir, tenía mis dudas a veces, pero entonces como siempre, dejo de pensar y solo me dedico a luchar. Una vez pasado (unas 3 horas) esta tramo infernal y después de haber doblado el cabo de la ciudad Barranquillo, se tranquilizó todo y decidí fondear en un sitio que salía en un libro piloto. Como aún no se habia hecho de día tuve que confiar a ciegas en el waypoint que marcaba el fondeo ( el sitio se llamaba Punta Hermosa).
Llegado al sitio sin poder ver apenas y con tan poca profundidad por debajo del casco del H.E. que daba miedo, sentí de golpe el ruido de olas que rompían y la sonda bajó de golpe a 6 pies (desde los 12 que llevaba marcando hasta ahora). Como ya iba a motor conseguí por los pelos  girar el H.E. antes de que las olas dominaran el asunto, y pasé del fondeo para tirar hacia delante. Otra vez iba a ser una larga travesía, pero ahora por unas costas salvajes pero bonitas, todo el rato con mas de 25 pies, pero con una mar tranquila que me hacía olvidar el agotamiento, y más aun cuando pesqué un especie de barracuda (no lo era, tenía una cresta por todo lo largo del cuerpo y era plateado) que me proporcionó un desayuno de primera. Después de tanto tiempo de navegar al limite, costaba creer la comodidad de ahora,y.... iba a durar todo el dia hasta Cartagena de Indias. Aquí hago arreglar un par de velas que han sufrido lo suyo y espero partir pronto hacia las islas de San Blas.

 

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